Las personas mayores prefieren unos colores que otros, unas texturas a otras.
Pero por encima de todo quieren sentirse cómodos.
Para favorecer un descanso placentero y hacer que la habitación se adecue a sus necesidades, hay que tener en cuenta varios consejos.
Una mesita de noche amplia es más que esencial.
Le tiene que permitir tener todo dispuesto cómodamente, sin que necesite levantarse de la cama.
La altura de esta mesilla no tiene que ser ni muy baja ni demasiado alta.
Ha de estar a la altura de la cama.
Una medida ideal sería 50×35 cm.
Las personas mayores agradecen tener todo a la vista, más su ropa.
Les gusta tener todo a mano, de ahí la importancia de tener un perchero.
Un pavimento continuo, como son los suelos vinílicos, es adecuado para evitar caídas y tropezones.
La agencia gubernamental que regula la Ley para Personas con Discapacidades (ADA) recomienda que la cama no sea más baja de las 17 pulgadas ni más alta de las 23.
Si esta cama tiene un cabecero donde apoyarse al incorporarse es mejor.
Y por supuesto, tiene que estar muy despejado, más si esta persona va en silla de ruedas.
Gozar de un espacio amplio le hará ser más independiente, a la vez que se sentirá más a gusto y feliz.
El claro es el color más adecuado para el dormitorio de una persona mayor, aunque todo depende de sus gustos.
Este tono más suave reporta alegría y serenidad.
La limpieza de los blancos y azules o de los verdes claros le transportarán a su tierna infancia.
El dormitorio de una persona mayor es el que más luz necesita, tanto natural como artificial.
En el caso de la primera, evita poner cortinas demasiado oscuras que impidan el paso de los rayos de sol.
Por supuesto, los muebles altos junto a la ventana también tienen que descartarse.
Lo mismo sucede con la luz artificial.
Las personas mayores ya tienen problemas de vista.
Si queremos promover su independencia y confort, lo mejor es que tengan lámparas a mano.
Una de noche para leer, una de techo para ver su programa favorito de la televisión y una de pie para que coser el patucos o el jersey del nieto sea más sencillo.
El dormitorio de una persona mayor tiene que ser muy amplio.
Si queremos que se muevan con facilidad, más si van con muletas o en silla de ruedas, lo mejor es que la cama y el armario no se peguen entre sí.
60-90 cm serán más que suficientes.
Parece muy complejo, pero amueblar un dormitorio para una persona mayor es más sencillo de lo que te imaginas.
Tan solo tienes que ponerte en su piel y ver qué es lo que le hará sentir de 10.
Si todavía no lo tienes claro, nuestro equipo te puede asesorar en todo lo que necesites.
¿Te atreves con ello?
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