De esta forma, se conseguirá el desarrollo de las competencias que la juventud requiere para convertirse en la ciudadanía del mundo.
Muchos centros educativos se están replanteando cómo transformar su institución a nivel organizativo, cultural, pedagógico, etc.
E, inevitablemente, tendrán que repensar cuáles y cómo serán los espacios de aprendizaje y convivencia que ofrecerán a su alumnado.
Pero, ¿de qué espacios de aprendizaje estamos hablando?
Los espacios de aprendizaje de una institución educativa engloban, entre otros, las bibliotecas, los pasillos, los comedores y los recreos.
Estos espacios deben responder, sobre todo, a la mejora de las experiencias de aprendizaje que debe vivir el alumnado para desarrollar las competencias sociales, comunicativas, críticas y creativas que requiere el mundo en el que vivimos.
Y, evidentemente, debe estar en consonancia con nuestro perfil de salida del alumnado, que representa una importante palanca de cambio.
Como apunta Siro López, en la actualidad, las escuelas que hemos heredado, y que se diseñaron en la época industrial, no responden a las necesidades reales de las nuevas generaciones, ni a lo que pide la sociedad.