Nada es eterno y eso también se aplica a los diferentes sistemas de retención infantil, ya sean huevitos, sillas para niño, butacas o alzadores, pero ¿Cómo saber cuándo renovarlos.
Los sistemas de retención infantil tienen una duración indicada por el fabricante, y por más que tu silla o alzador se vean en perfecto estado, sus funciones de protección no funcionarán como deben si ya expiró, lo que es un riesgo en caso de accidentes.
Revisa el manual de tu silla y revisa cuántos años dura el modelo exacto de sistema retención infantil que tienes.
La mayoría dura entre 5 y 10 años.
Las sillas y huevitos para los más pequeños, suelen tener una duración menor a las butacas o alzadores.
El tiempo empieza a correr desde la primera fecha de uso.
Nunca debes comprar una silla de auto usada o incluso heredada de un familiar o amigo, ya que no sabes si es que se le cuidó tal como se debe o si estuvo expuesta a un accidente, siendo uno de los productos infantiles en los que no se puede ahorrar dinero.
Si sufriste un accidente de tránsito y en tu vehículo iba la silla de niños, no importa que el pequeño no haya ido a bordo, debes cambiar ese sistema de retención infantil por uno nuevo, y desechar el antiguo.
La única excepción son tapones y roces muy pero muy leves, a una velocidad inferior a los 10 kilómetros por hora.
Es común que los fabricantes encuentren defectos en sistemas de retención infantil, incluso años después de que salieron al mercado.
La NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras) norteamericana tiene un buscador en el que, introduciendo marca y modelo, podrás saber si tu silla fue llamada a revisión.
Otra forma es entrar a la página del fabricante de tu silla y buscar si fue llamada a retiro o revisión.
Si la tuya está entre las posiblemente afectadas, contacta a la tienda donde la compraste o al representante de la marca en Chile.
La base plástica se limpia con un paño mojado en una mezcla de agua y detergente.