Los hábitos diarios y los productos del mercado, nos llevan a una interminable lista de sustancias tóxicas con las que convivimos a diario, tales como las de la ropa, los productos de limpieza, los químicos en los cosméticos, los metales pesados y pesticidas en la comida, pero también hay sustancias tóxicas en muchos materiales de construcción y sobretodo superficiales, que tienen contacto directo con nosotros y con el aire que respiramos. Las pinturas, lacas, barnices, adhesivos, plásticos, colas, aislantes térmicos, acústicos… que en su mayoría suelen contener COVs o semivolátiles, que según sea el material pueden ser más o menos tóxicos, incluso en algunos de ellos, la toxicidad es muy duradera, por lo que resultan peligrosos. Tenemos muchos tóxicos a nuestro alrededor que pueden crear efectos dañinos para nuestra salud, la de nuestra familia y la de nuestro planeta. Para subsanar esta contaminación en la medida de lo posible tenemos que ser conscientes de su existencia y empezar a consumir productos libres de tóxicos. Hay muchas alternativas saludables para todo tipo de productos, pero trataremos aquí en especial, las de los materiales que nos ofrece la bioconstrucción. No se trata solamente de utilizar materiales nobles, sino también teniendo en cuenta que los tratamientos que se apliquen lo sean también. Existen numerosas alternativas para estos acabados con productos naturales y saludables como las de cal, silicato, arcilla, así como también hidrorrepelentes naturales en base a aceite de linaza, silicato potásico y otros. Existen numerosos productos para aislamiento térmico sin sustancias tóxicas, como la fibra de madera, corcho, paja, cañamiza… Algunos materiales textiles alternativos pueden ser las fibras naturales como el cáñamo, lino, seda, sisal, algodón… Como vemos podemos sustituir los materiales convencionales por productos naturales y de calidad. No son materiales nuevos, siempre han estado a nuestro alcance, pero en un mundo repleto de tóxicos, necesitamos ser conscientes y conocer las bondades y peligros que tienen los materiales con los que nos relacionamos día a día, para intentar vivir en un entorno más sano.