Peldaños de escaleras son el elemento principal de cada escalera, que permiten transitarlas manteniendo el ritmo para evitar caídas. Con tal de que las escaleras resulten lo más cómodas y seguras posible, los escalones tienen que tener una misma pendiente. Es fundamental que se mantenga una proporcionalidad constante entre la profundidad de los peldaños y la altura. En función de la localización, podemos diferenciar estos peldaños: De arranque: se trata del primer peldaño de las escaleras. De salida: como su nombre indica, es el último escalón antes de salir de la escalera. A ras de suelo: se trata de un peldaño de salida que esté al mismo nivel que el suelo superior. El voladizo es la parte de la huella del peldaño que sobresale y no se apoya en ningún lugar. La zanca, también conocida en algunos lugares como limón, es la parte de la escalera que soporta todo el peso de su estructura, ya que sobre ella se apoyan los peldaños. Las barandillas para escaleras se construyen o montan sobre la zanca para garantizar la seguridad al subir y bajar escaleras. El pasamanos es la parte superior de la barandilla que sirve como punto de apoyo y agarre a los individuos que transitan las escaleras.