Lo ideal es que tenga un tamaño medio, ni grande ni pequeña, en la que quepan perfectamente una mesa amplia, ideal con repisa, donde colocar tus pantallas – depende del tipo de juegos que te gusten, necesitarás al menos dos de buena resolución – y una buena silla gamer, que tiene que ser cómoda porque vas a pasar mucho tiempo en ella. Además, es importante que tu habitación gaming cuente con buena ventilación y mucha luz; es fundamental mantener el espacio fresco y libre de humedades, para que nuestro equipo no sufra y nosotros disfrutemos de un entorno confortable. Otro aspecto fundamental en una zona gaming es la equipación eléctrica. Fíjate en que haya suficientes tomas de corriente; es probable que necesites colocar ladrones eléctricos, en ese caso, adáptalos a la pared para que no tengas cables sueltos que se pueden ensuciar y entorpecer el movimiento por la habitación. Es muy recomendable también contar con un regulador de potencia con el que proteger tus aparatos de posibles cambios de voltaje. Por otro lado, sin una conexión wifi con un buen ancho de banda nuestro cuarto de juegos será un desastre, así que asegúrate de que llega hasta él sin problemas y, si fuera necesario, instala un amplificador para que la señal se maximice en tu sala. Elige una buena mesa, amplia y resistente. Hazte con una silla cómoda y ergonómica. Suficientes tomas de corriente eléctrica y una buena señal wifi. Un buen equipo de sonido o unos cascos con micrófono potentes. Espacio para guardar ordenadas tus consolas favoritas y sus juegos. Luces LED para darle el toque personal a tu cuarto. Tu merchan favorito para decorar la habitación.