Alrededor de los 9 meses, los bebés se sienten cada vez más cómodos al gatear, hasta que empiezan a subir algunos escalones por sí mismos. A los 11 meses, los bebés empiezan a sentirse más seguros de su capacidad para subir un escalón a cuatro patas y luego mover su cuerpo hacia abajo moviéndose hacia atrás. Incluso si están caminando por la casa, es normal que los niños pequeños se pongan en cuatro patas y suban las escaleras. Entre los 17 y 20 meses, los niños pequeños mejoran en la subida de escaleras en posición vertical, pero lo hacen con el mismo pie, y aun así necesitan mucha guía y apoyo. Cuando dominan el arte de subir escaleras, pueden empezar a practicar el descenso, aún con apoyo. A medida que progresan, pueden subir las escaleras con una sola mano en el pasamanos, pero necesitan apoyo a ambos lados para bajar. Alrededor de los 22 meses, bajar las escaleras ya no parece tan aterrador, y los niños pequeños mejoran en hacerlo por su cuenta. Alrededor de los 2 años, con toda esa práctica de subir escaleras con ayuda, los niños pequeños comienzan a subir y bajar las escaleras solos, todavía dirigiendo la acción con un pie. Entre los 28-30 meses los niños pequeños más familiarizados con las escaleras probablemente serán capaces de subir y bajar las escaleras sin apoyo, y pueden empezar a alternar los pies. A los 36 meses, es muy posible que suban y bajen las escaleras sin apoyo y alternando los pies.