Si creemos que la escuela es una suma de aulas, de la misma manera también podríamos pensar que el pasillo es el elemento conector que las une y vincula. Ya se mencionó en otras oportunidades sobre cómo en la escuela todos los espacios participan colaborando con la tarea educativa. En lugar del monótono y largo pasillo une-aulas, propongo y me imagino el espacio irregular con bahías y asientos, buena iluminación natural, colores vitales y visuales al exterior. Por el pasillo, sin duda, se circula porque cumple su función distribuidora y debe servir para la evacuación ágil y segura en los casos de emergencia, pero en la escuela, institución sociabilizadora por excelencia, tiene una función agregada que consiste en fomentar el encuentro dentro de un particular clima. Los pasillos que solo sirven para circular resultan, económicamente, onerosos, inhibiendo la tan necesaria flexibilidad de usos. Integración y participación espacial son la expresión física del curriculum oculto. Es la metáfora el lenguaje al que el edificio escolar recurre para hablar y transmitir valores.