La estimulación de los sentidos en los niños y niñas es fundamental para su desarrollo cerebral.
La exposición temprana a diferentes estímulos sensoriales despierta la curiosidad de los pequeños y les permite explorar activamente su entorno.
Los niños de 1 a 3 años se encuentran en una etapa crucial de su desarrollo.
Durante este período, están construyendo las bases para habilidades esenciales como la coordinación motora, el pensamiento lógico y la comprensión del entorno a su alrededor.
La estimulación sensorial es una herramienta valiosa para fomentar estas habilidades y una forma efectiva de proporcionar esta estimulación es a través de los materiales sensoriales.
La vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato son los vehículos que les permiten explorar, comprender y formar conexiones con el mundo que les rodea.
Texturas que despiertan el tacto, colores que capturan la vista y sonidos que encantan el oído son fundamentales.
Estos objetos sensoriales ofrecen una experiencia táctil única y estimulan la vista de los pequeños.
Los juegos que involucran colores también ayudan a los niños a aprender a clasificar y categorizar objetos.
Los sonidos suaves y agradables pueden tener un efecto calmante, mientras que los sonidos más rítmicos y enérgicos pueden fomentar el movimiento y la coordinación.