¿Cómo entran los ladrones en las puertas corredizas?

La elección de la cerradura adecuada es esencial para asegurar una puerta corredera. Las cerraduras de embutir de pico de loro y las cerraduras de gancho son opciones comunes para estas puertas. Sin embargo, es importante seleccionar una cerradura de alta calidad y resistente a manipulaciones junto con un bombín a la altura. Además, es recomendable considerar la instalación de una cerradura adicional o una barra de bloqueo para mejorar la seguridad. La mayoría de las puertas correderas tienen cristales grandes, lo que las hace vulnerables a robos. Para proteger el vidrio, podrás optar por instalar láminas de seguridad. Estos materiales dificultarán la entrada forzada al aumentar la resistencia del vidrio y reducir la posibilidad de que se rompa fácilmente. Una barra de seguridad, como ya hemos mencionado anteriormente es un dispositivo adicional que se coloca en la parte inferior de la puerta corredera, evitando que se abra desde el exterior. Hay barras de seguridad ajustables en el mercado que se adaptan a diferentes tamaños de puertas y permiten un fácil bloqueo y desbloqueo. La instalación de alarmas y sensores en puertas correderas es otra medida efectiva para mejorar la seguridad. Los sensores de movimiento o de apertura podrán alertarle en caso de que alguien intente forzar la entrada. Además, hay sistemas de alarma disponibles que se pueden conectar a una central de monitoreo, lo que proporcionará una mayor protección y respuesta rápida en caso de intrusiones.

Las puertas correderas son populares por su diseño elegante y la optimización del espacio, pero también presentan puntos débiles que los ladrones suelen aprovechar. Sistemas de cierre básicos: Muchos modelos estándar no cuentan con cerraduras de alta seguridad. Fácil acceso desde el exterior: Al estar diseñadas con grandes cristales, los ladrones pueden identificar el interior con facilidad. Deslizamiento forzado: Sin refuerzos adecuados, es posible manipular la puerta para abrirla desde fuera. Las cerraduras estándar que vienen con muchas puertas correderas no son suficientes para garantizar la seguridad. Un sistema antideslizante evita que la puerta se mueva incluso si intentan forzarla desde el exterior. El vidrio de las puertas correderas es un punto débil evidente. El riel por donde desliza la puerta es otro punto a reforzar. Confiar solo en la cerradura original: Es fundamental complementarla con refuerzos adicionales. Descuidar el mantenimiento: Verifica regularmente que los sistemas de seguridad funcionen correctamente. No considerar la tecnología: Sensores y alarmas son herramientas efectivas que muchas veces se pasan por alto.