La casa autónoma es aquella que se abastece por si misma de sus necesidades energéticas, y otros recursos, que aseguren los estándares de confort actuales para habitar. En el uso de energías renovables, con la solar como protagonista, se basa uno de sus principios fundamentales. Los componentes clave de la casa autónoma entre los paneles solares fotovoltaicos más eficientes se encuentran los monocristalinos. La superficie fotovoltaica puede funcionar con consumo directo, y equiparla con equipo de baterías que almacena la energía. Son placas que proveen tanto electricidad como pueden solucionar el suministro de agua caliente sanitaria. La reducción de la demanda energética es primordial en la casa ecológica autosuficiente. La adopción de electrodomésticos de bajo consumo es imprescindible, así como iluminación led de consumo mínimo. En el capítulo de recursos hídricos, la casa autónoma puede abastecerse con depósito de recogida de agua de lluvia, y complementarlo con cubas de agua. La instalación de sistemas de reciclaje de aguas grises ofrece ahorros suplementarios. También se está desarrollando el sistema de generación de agua atmosférica a partir de energía fotovoltaica, que produce un agua de calidad apta para el consumo humano.
Entre los paneles solares fotovoltaicos más eficientes se encuentran los monocristalinos. Son muy útiles los actuales sistemas que proporciona información sobre la energía que está produciendo la casa en cada momento, para conocer de primera mano que se genera y, también, poder adecuar el consumo según ese parámetro si es necesario. Las estaciones de carga para vehículos eléctricos destinados a vivienda ofrecen buena versatilidad. Pueden conectarse a un panel solar o energía renovable. Y disponen de funciones Smart para iniciar la carga con control remoto.
La mejor orientación de la vivienda para aprovechar la energía solar pasiva. Envolventes de gran eficacia que garanticen pleno aislamiento térmico, y retengan el calor captado en invierno. Pavimentos con buena inercia térmica, es decir capaces de guardar el calor del sol que les llega y liberarlo de modo progresivo a lo largo de la noche. Vidrios tecnológicos con altas prestaciones. Disposición de aberturas que permitan ventilación cruzada cuando llega el calor, y elementos de sombreado. Una arquitectura compacta también contribuye a reducir la demanda energética.
A los equipos para obtener energía renovable como la solar, se unen otras energías limpias y que no se agotan como la aerotermia o geotermia, y sistemas que facilitan complementariedades cuando es necesario. Se estima que si se sumaran edificación y movilidad autosuficientes, se evitaría dos tercios del consumo energético a nivel global del planeta. La casa ecológica autosuficiente consume hasta un 90 % menos de energía que una casa tradicional del siglo XX. Así mismo, se evitan emisiones de C02 a la atmósfera, principal factor del cambio climático, con el consiguiente menor impacto medioambiental. Concretando, actualmente una casa autosuficiente que cumpla con el estándar Passivhaus Plus, demanda un máximo de 45 kWh por m2, al año de energía primaria renovable. Y es capaz de generar energía renovable de 60 kWh por m2 al año, como mínimo.