Un aislante acústico sirve para disminuir o prácticamente eliminar el ruido en una habitación o determinado espacio.
La lana de roca, o también llamada lana mineral, es un material ecológico utilizado en la construcción como aislante térmico y acústico.
Es considerado uno de los mejores aislamientos acústicos.
Esto se debe a que permite sellar todas las cavidades en las que se aplica.
De esta manera, bloquea por completo el paso del aire.
Esto da lugar a entornos silenciosos y tranquilos.
La fibra de vidrio, o también conocida como lana de vidrio, es un aislante térmico y absorbente acústico.
Es decir, no genera humo ni gases nocivos y resiste altas temperaturas.
Por tanto, es un material no perjudicial para el medio ambiente.
Gracias a esas propiedades, es muy utilizado para aislar ruido en casa y puedes encontrarlos en techos, muros y pisos.
El corcho es un efectivo aislante acústico.
Lo oportuno de este material es que una vez colocado, requiere de muy poco mantenimiento.
Esto sumado a su baja conductividad térmica y a su resistencia a la humedad lo convierten en una buena opción para instalarlo en paredes y suelos.
La técnica multicapa consiste en colocar varias capas alternadas de material aislante de ruido y pegarlos sobre la pared de la habitación a insonorizar.
Con esta técnica, usualmente se consiguen mejores resultados y solo pierdes aproximadamente 5 centímetros de grosor en la habitación.
Dentro de esta estrategia de insonorización, está incluida la del corcho proyectado.
Esta se trata de añadir una capa en el exterior de tu hogar para minimizar los ruidos exteriores y lograr así un ambiente más tranquilo y relajado.