La utilidad de la puerta para perro
Permitir a su perro moverse con total autonomía reducirá sus comportamientos molestos.
No ladrará, ni rascará puertas, muros o suelos para señalar su deseo de salir.
Su dueño también ganará tanto en tiempo como en tranquilidad mental: su perro no correrá el riesgo de quedarse encerrado afuera.
La puerta clásica, compuesta por una trampilla con solapa, se abre en ambos sentidos al presionar mecánicamente con el peso del cuerpo.
Estos modelos, sencillos y efectivos, que no requieren equipo adicional, satisfarán a los presupuestos más ajustados.
Sin embargo, al no tener un sistema de cierre automático de seguridad, permiten la entrada de todos los animales, incluso el gato del vecino.
La puerta electrónica, equipada con un lector de microchip, es la joya de las puertas para perros.
Activa la apertura y cierre solo ante el paso del animal que lleva el microchip, cuyo número debe haber sido registrado previamente.
Este microchip es obligatorio para todo perro o gato.
Puede registrar varios números, ideal si tiene varios animales.
La puerta automática, con llave magnética o infrarroja, funciona gracias a una señal que identifica el collar específico que debe llevar el perro, activando la apertura o el cierre.
Este sistema evita la entrada de animales no deseados en su hogar.
Se desactiva retirando el collar a su perro: entonces no podrá entrar o salir por la puerta.
Quiero una puerta altamente segura
Opte más bien por un modelo electrónico o automático.
La puerta electrónica se activará con la lectura del microchip de su mascota.
La puerta automática se desbloqueará con la lectura de una llave magnética adjunta al collar de su perro.
En ambos casos, ningún animal no deseado podrá entrar en su casa.
Ya sea que su perro desee unirse a su caseta en el jardín, o recuperar un juguete en la casa, la puerta para perro es su aliado indispensable.
Asegura autonomía para su perro al tiempo que le permite controlar sus idas y venidas.