La pregunta es: ¿los perros son felices en el exterior? Y la respuesta puede ser corta, muy corta. No, no son felices. Un perro no es feliz viviendo en el exterior por múltiples razones, pero la más importante de todas es la más simple y aquella por la que nos gustan los perros: el perro es un animal social acostumbrado a vivir con la manada. Un perro alejado de la manada no puede estar equilibrado.
Obligarle a pasar mucho tiempo alejado de la familia (su manada) es condenarle al aburrimiento, la soledad y, con toda probabilidad, a generar trastornos como la ansiedad, la ansiedad por separación, la protección de recursos (a menudo, en forma de territorialidad y, menos frecuentemente aquí, puede volverse celoso de su espacio personal o tratar de proteger objetos o comida) e incluso sufrir distintas estereotipias.
Un perro que vive fuera pierde calidad de vida. Además, si nuestro perro o perra vive fuera de casa, es más susceptible que sufra frío y calor, pueda contraer enfermedades parasitarias con mayor facilidad, se ensucie más frecuentemente y, sobre todo, nos resultará mucho más difícil comprobar cambios en su comportamiento o posibles enfermedades (bultos, tumores, dolores, etc.).
¿La mejor opción es que el perro viva en casa siempre? Esta es una de esas preguntas que dejan poco espacio al término medio. Como educador, lo afirmo (casi) categóricamente. Sí, existen algunos casos concretos que pueden necesitar de espacios adaptados durante un tiempo (miedo, agresividad a otros animales o personas, etc.), pero en el 99,99 % de los casos siempre será mejor que el perro viva en casa con nosotros, porque: Mejorará su calidad de vida, de inmediato (todo lo que hemos comentado anteriormente, nos lo ventilamos de un soplido) Habituaremos y socializaremos al perro al contexto y crearemos un vínculo fuerte y duradero.
Si existen problemas de conducta, podremos enfrentar la situación trabajando con un profesional para modificar las conductas desadaptadas: así, el animal podrá vivir equilibrado y feliz. Ante cualquier situación de riesgo o problema de salud, podemos actuar con rapidez. Por último, si te preocupa la higiene en casa, hay soluciones como vigilar las salidas del perro, bañarlo regularmente e incluso razas de perro que no sueltan pelo, pudiendo realizar una adopción responsable de galgos, schnauzers y muchos tipos de terrier. Ten presente que los perros que vivían fuera (en exterior) eran perros de trabajo en una época donde el bienestar animal era una palabra más… desconocida y que, aún hoy, los perros pastores o de guarda son mucho más susceptibles a enfermedades.
Por el contrario, esos perros estaban acompañados y haciendo “cosas de perros” (trabajo de pastoreo, guarda, defensa) durante todo el día: no atados y aburridos en un jardín. Javier Ruiz, educador canino en Dogventura y educador ambiental por la UB. Redactor publicitario y autor de: De cómo los animales viven y mueren.