Las puertas de emergencia deben estar claramente señalizadas, con carteles colocados a una altura máxima de 2,20 metros y visibles desde al menos 20 metros de distancia.
Las puertas deben abrirse siempre hacia el exterior, en el sentido de la evacuación, y contar con mecanismos de apertura fácil que no requieran el uso de llave ni más de una acción.
No pueden estar bloqueadas, cerradas con llave ni obstaculizadas por mobiliario u otros elementos.
El acceso debe ser directo y sin impedimentos, de modo que no haya obstáculos en el recorrido hacia ellas.
En espacios con baja iluminación, como discotecas o salas de conciertos, es obligatorio contar con luz suficiente que indique la ubicación de las salidas.
En cuanto a su construcción, las puertas suelen ser metálicas, pero si son de vidrio, este debe ser de seguridad, resistente a impactos y adecuado para evacuaciones.
Las dimensiones mínimas establecidas son de 2,03 metros de alto y 0,90 metros de ancho para 100 personas, aumentando el ancho en 0,60 metros por cada 100 personas adicionales previstas para evacuar por esa salida.