El hormigón es uno de esos materiales de construcción que se puede reciclar.
No obstante, para poder reciclar el hormigón ya endurecido, se debe utilizar una trituradora especial que produce lo que se denomina “agregado reciclado”.
Antes solía usarse únicamente como subsuelo, pero en la actualidad se ha demostrado que se pueden crear elementos estructurales de 30 a 40 MPa con tecnologías adecuadas.
Generalmente, todos los tipos de chatarra de una construcción se pueden reaprovechar trasladándolos a un centro autorizado de reciclaje.
Ya sean ferrosos o no ferrosos, se pueden separar, llevar a cabo el reciclaje de la chatarra y utilizarla de nuevo en otros formatos.
Dentro de los metales no ferrosos, sin embargo, el cobre es el que más importancia tiene, al conservar prácticamente las mismas cualidades y características, por ello está tan cotizado.
Además, los usos del cobre son muy variados.
Entre los metales ferrosos, uno de los más cotizados es el acero.
El acero puedo fabricarse combinando hierro y carbón, calentando en un alto horno o a través del reciclaje de chatarra.
Este material reciclable es transformable de nuevo sin que su calidad se vea afectada, además de consumir el 80% menos de electricidad el reciclarlo que el producirlo.
Normalmente, el acero se reutiliza en clavos, alambres o perfiles metálicos.
El uso de madera reciclada es muy común en la construcción.
Las maderas duras, si se mantienen en buen estado, pueden llegar a durar cientos de años.
Suelen usarse en elementos grandes y estructurales o para la fabricación de otros componentes como cajas o pallets.
Igualmente, las maderas más blandas también pueden reciclarse, especialmente como materia prima para la industria de paneles.
Sin embargo, la madera reciclada, para lo que más se utiliza es para la fabricación de láminas de MDF para carpintería.
Y, si no, también se puede eliminar los residuos de madera para la producción de energía, la denominada biomasa.
El yeso reciclado, con una correcta gestión del residuo, conserva las mismas características físicas y mecánicas que el yeso tradicional, con un menor coste.
No obstante, hay que llevar a cabo cierta precaución puesto que, si se desecha de forma inadecuada, al ser un material tóxico, puede desprender sulfuro de hidrógeno inflamable, contaminando el suelo y el agua subterránea.
El vidrio tiene un proceso de reciclaje bastante más complicado que los materiales de construcción anteriores, debido a que su composición química y temperatura de fusión es diferente (en el caso de las ventanas, por ejemplo), lo que impide que pueda mezclarse con otros objetos de vidrio.
No obstante, puede fundirse y producir fibra de vidrio, utilizado en pinturas reflectantes amarillas y blancas o en el asfalto.