La primera clave es la imagen general.
La puerta debe sentirse sólida, en buen estado de pintura y funcionamiento.
Cerraduras, picaportes y bisagras no pueden estar rotos ni oxidados.
La iluminación también es crucial.
La luz en el sector de entrada activa el Qi, lo levanta y fortalece.
No se debe acumular por horas la oscuridad porque esto deprime el área y la vuelve vulnerable a energías negativas externas.
Poner plantas sanas en el acceso a la casa es muy beneficioso.
Indican vida, crecimiento, salud y aportan calidez.
Para levantar aún más la vibración, recomienda incluir móviles o sonidos armónicos:
Una fuente de agua en funcionamiento, carrillones de metal o bambú pueden aportar una dosis de energía fresca y positiva durante el día.
Limpiar el acceso, limpiar el ánimo
La limpieza física es también limpieza energética.
Trapear una vez por semana con una solución de agua y vinagre blanco, a la que podemos añadir jugo de limón o aceite esencial de cítricos o menta.
Esto genera una atmósfera fresca y positiva, contagiosa.
Soy defensora de recuperar el ritual de baldear la vereda.
Un gesto bien de barrio que se fue delegando en los encargados de edificios o directamente se ha perdido.
Sugiero hacerlo con intención consciente de quitar las malas vibras del ingreso.
Para eso, propone usar una mezcla de agua tibia, sal gruesa y limón, seguida de un enjuague con agua y vinagre.
Además de la limpieza y el orden, el Feng Shui incorpora símbolos y objetos para activar el Sheng Qi (energía positiva).
Traversa recomienda colocar un felpudo con forma circular y una palabra amable o motivadora, cuadros alegres, lámparas de pared para pasillos oscuros, y, si hay lugar, “leones guardianes o perros Fu a los costados de la puerta, junto con un espejo Pakua cóncavo en el centro del marco superior externo”.
Todos ellos son protectores tradicionales chinos contra energías hostiles.
También “podés usar un símbolo que represente protección para vos: una geometría sagrada, una frase inspiradora como ‘aquí se vive en armonía’ o incluso el Sutra del Corazón en formato decorativo”, dice Traversa.
La clave está en que todo mantenga armonía y no se sobrecargue.
El sonido también es aliado.
Los carrillones o campanillas pueden añadir una vibración sonora que armonice el área de acceso, siempre que suenen agradablemente.
Otra sugerencia sencilla: si tu puerta chirría o se golpea con frecuencia, solucioná ese problema.
Eso emite un Qi distorsionado.
Y si entra luz solar, podés colgar cristales facetados que “irradian el espectro del arcoíris al recibir los rayos, provocando un efecto muy bonito y benéfico”.