La accesibilidad universal es un tema que poco a poco viene tomando mayor relevancia para la sociedad, que se están enfrentando, cada vez más, al reto de adaptar sus entornos y espacios a personas con algún tipo de discapacidad y personas adultas mayores, una población que está en aumento a nivel mundial.
Además del cumplimiento de la normatividad, la adopción de la accesibilidad en nuestra sociedad debe ir encaminada en garantizar la autonomía, seguridad y derechos en igualdad de condiciones de todas las personas, indiferente de su condición sensorial, cognitiva o motora, en lo que se refiere al acceso y el uso de todo tipo de productos, espacios y servicios.
Nuestra normativa, Ley 1618 de 2013 la define cómo las condiciones y medidas pertinentes que deben cumplir las instalaciones y los servicios de información para adaptar el entorno, productos y servicios, así como los objetos, herramientas y utensilios, con el fin de asegurar el acceso de las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones, al entorno físico, el transporte, la información y las comunicaciones, incluidos los sistemas y las tecnologías de la información y las comunicaciones, tanto en zonas urbanas como rurales.
A partir la “Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad” de la ONU realizada en 2008, la accesibilidad es adoptada como uno de los principios fundamentales para garantizar la inclusión de las personas con discapacidad.
Es importante ya que es un deber ético y normativo que en nuestras sociedades, tanto en entornos, servicios y productos se fomenten y apliquen la inclusión de las personas con discapacidad.
Así como, en adultos mayores y población en general, para que todos podamos vivir de forma independiente, con total autonomía y en igualdad de condiciones.
En esta medida, los proyectos de accesibilidad están encaminados, en buena parte, en diagnosticar e identificar aquellas barreras de acceso para posteriormente eliminar los obstáculos que impiden la participación en igualdad de condiciones; y al mismo tiempo, proponer cómo mejorar el acceso en la implementación de soluciones accesibles.
Desde el punto de vista del entorno construido, la Norma Internacional ISO 21542 define la accesibilidad universal desde un enfoque más integral, que busca asegurar que todos los individuos, independientemente de sus capacidades, puedan participar plenamente en la sociedad mediante el acceso a edificaciones y entornos diseñados de manera inclusiva y accesible.
El porcentaje de personas que necesitan accesibilidad puede variar de acuerdo con el contexto y la definición específica de "accesibilidad".
Sin embargo, se puede estimar que al menos el 15% de la población mundial vive con algún tipo de discapacidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esto abarca discapacidades visuales, auditivas, motoras o cognitivas.