Las áreas de juego inclusivos buscan, a partir de soluciones de diseño creativo, configurar una variedad de experiencias de juego y desafíos para que las personas de todas las edades, antecedentes culturales y capacidades participen activamente a su manera y disfruten juntas, de la forma más cómoda, segura y autónoma posible.
El reto es conseguir y asegurarse de que cada niño recibe el estímulo y el desafío que necesita del conjunto del área de juego, para que puedan desarrollar habilidades sensoriales, físicas, cognitivas y sociales, sin que eso signifique que todos hagan el mismo uso y en igualdad de condiciones de todo el equipamiento de juego.
Los espacios de juego inclusivos son más que los equipos de juego; es todo el conjunto utilizado para considerar tantas necesidades como sea posible, que alientan a todos a quedarse todo el tiempo que elijan, proporcionando un lugar acogedor donde se sienten cómodas.
La accesibilidad es una pieza más, pero una pieza muy importante.
Para que una área de juegos sea inclusiva, se deben utilizar criterios de accesibilidad y de diseño universal en todos los puntos de la cadena.
El parque debe tener una entrada accesible, visiblemente reconocible.
En ella se dispondrá de la información accesible que nos muestre las normas de uso, el horario del parque, las posibles actividades a realizar y como movernos y orientarnos por su interior.
El reto de los parques inclusivos, es conseguir y asegurarse de que cada niño reciba el estímulo y el desafío que necesita del conjunto del área de juego, sin que eso signifique que todos hagan el mismo uso y en igualdad de condiciones del equipamiento de juego.
Todo parque inclusivo debe ofrecer el máximo de oportunidades posibles para que los niños puedan desarrollar habilidades físicas, sensoriales, de interacción social y cognitivas.
Los elementos de juego tienen que estar diseñados con criterios de diseño universal.
Los espacios de juego inclusivos son más que los equipos de juego; son también el resto de elementos que configuran un lugar acogedor donde las personas se sienten cómodas y que alientan a quedarse todo el tiempo que quieran.
Es importante disponer de zonas de estancias accesibles para que los niños y sus acompañantes puedan descansar y reponerse.
Estas zonas de estancia no pueden invadir las zonas de circulación, y se recomienda que se ubiquen en zonas con buen control visual tanto del entorno como de la zona de juegos.
El mobiliario urbano que se instale también deben ser accesibles.