¿Cómo se juega al juego de las cuatro esquinas?

El juego de las cuatro esquinas mudas es una actividad física ideal para alumnos de educación primaria que combina el movimiento, la coordinación en grupo y la comunicación no verbal. El funcionamiento del juego de las cuatro esquinas mudas es sencillo pero muy efectivo para trabajar habilidades motrices y comunicativas. Los cuatro grupos situados en las esquinas deben coordinarse en silencio para cambiar de círculo, evitando que el grupo situado en el centro les gane la posición. Uno de los elementos clave de este juego es que la comunicación verbal no está permitida. El juego de las cuatro esquinas mudas es especialmente útil para trabajar las habilidades motrices básicas, en particular los desplazamientos. El juego también incide directamente en el trabajo de dos cualidades físicas básicas: la resistencia y la velocidad. La resistencia se ve estimulada porque los niños deben estar en movimiento constante, manteniendo la actividad durante varias rondas. Este esfuerzo sostenido ayuda a mejorar la capacidad aeróbica de los niños y niñas. Por otro lado, la velocidad es imprescindible para llegar antes que el grupo del centro a un nuevo círculo.

Usar estrategia para que no te quiten el sitio. Ser hábil corriendo. Se pone una persona en cada esquina y otro en el centro, se puede elegir con canciones de rifar, los de las esquinas deben ir moviéndose, de un lado a otro o ir cambiando de esquinas, el jugador que este en el centro, ha de intentar colocarse en una delas esquinas que quede libre, y así el que se quede sin esquina será el que se coloque en el centro. Si hay mas jugadores las esquinas se pueden señalizar de alguna manera para que todos puedan participar, así como con algún objeto o dibujando un círculo en el suelo. Se juega con cinco jugadores. Se intentará buscar un lugar en el que haya cuatro esquinas. ¿Usan alguna estrategia? ¿Muestran alguna dificultad?

Coloca una señal en cada esquina, numéralas del 1 al 4. También puedes ponerle colores o palabras en lugar de números. Si eres una maestra, puedes usar algo relacionado a la lección del día. Haz espacio en el área cerca de las 4 paredes para que los niños se puedan mover fácilmente entre las esquinas. El voluntario se tiene que quedar en el centro de la habitación y empezar la cuenta regresiva. Explica las reglas del juego a los jugadores: La persona en el centro de la habitación se debe tapar los ojos y contar del 10 para atrás, en voz alta y lentamente. Cualquiera que esté en esa esquina debe sentarse. Cualquiera que no esté en una esquina cuando termine de contar también se debe sentar. Después de cada ronda, la persona en el centro abrirá los ojos para ver quién está sentado. Después cerrará los ojos nuevamente y contará del 10 al 0. Cada ronda funciona de igual manera. Quien quiera esté en la esquina que escoja se sentará por lo que dura el resto del juego. Cuando solo queden un par de personas, el juego puede durar demasiado. Añade un par de reglas para acelerar el proceso: Cuando solo queden 8 o menos personas, cada esquina solo puede mantener un máximo de 2 personas. Cuando solo queden 4 personas o menos, cada esquina solo puede tener 1 persona. Cuando solo una persona quede de pie, ella pasa a estar al centro y a contar. Todos los demás se pueden parar y pueden jugar otra ronda. En lugar de escoger un número, la persona en el centro puede intentar nombrar la esquina más ruidosa. Esto hará que ser sigiloso sea muy importante y evitará que haya mucho ruido. Si la persona en el centro tiene problemas para recordar qué esquina es cual, puede apuntar en su lugar. Esta variación es buena para niños pequeños. Si nadie quiere estar en el centro, cada persona puede tomar un turno de 5 rondas cada quien. Después de la primera ronda, puedes pedirle a alguien que esté fuera del juego que empiece a contar. Juega una o dos rondas de práctica primero, antes de empezar de nuevo. Esto asegurará que todos entiendan las reglas y hará que las personas que perdieron rápidamente no se sientan tan frustrados.