Cuando se trata de un área de meditación, con frecuencia menos es más. Este entorno debe ser aireado, luminoso y limpio. Además, tener desorden a tu alrededor casi seguro que te hará sentir más congestionado en tus pensamientos. Elige un lugar en el que las distracciones, como la televisión o el ordenador, estén fuera de la vista. La naturaleza es naturalmente relajante y reconstituyente, por lo que es lógico que incorpore algunos componentos naturales en el espacio donde desea relajarse y meditar. En realidad, la mayoría de la gente cree que la meditación consiste en conectar la mente y el cuerpo con la naturaleza y el entorno. Considera la posibilidad de incorporar elementos naturales a tu espacio de meditación, ya que se infundirá al instante armonía y equilibrio. La pintura de la habitación debe reflejar el ambiente que desea crear. Algunas personas creen que los colores pastel son una opción mucho mejor que los colores brillantes u oscuros, ya que son más tranquilos y relajantes. Otros pueden estar en desacuerdo y elegir una paleta de pintura realmente oscura, creyendo que los tonos oscuros harán que el espacio se sienta como un útero y los envolverá en la calma. Sea cual sea el tono que elijas, el color de la habitación influye en tu estado de ánimo, así que elige uno que se adapte a tus necesidades de meditación y que, al mismo tiempo, te haga sentir tranquilo y cómodo.