Un tamaño excesivo puede hacer que los demás elementos del baño acaben apiñados y utilizar el espacio sea menos confortable. 60 centímetros se considera el mínimo estándar para un acceso cómodo a un plato de ducha. Pero cada cuerpo es diferente y siempre debes tener en cuenta que resulte cómodo para ti o para tu familia. Se entiende que el mínimo estándar para un plato de ducha cuadrado es 70x70 cm. Si tienes un baño muy pequeño o quieres habilitar una ducha en un aseo de dimensiones reducidas y tu tamaño corporal lo permite, es una opción. Pero para un mayor confort y seguridad, lo ideal es un tamaño mayor, como un 80x90, siempre que permita usar con comodidad los demás elementos del baño. Es un tipo de plato de ducha menos usual que los cuadrados o rectangulares. Por eso, si tienes pensado instalar un plato con esta forma, te conviene explorar qué tamaños de plato de ducha y de mampara para ducha semicircular hay. Si se trata de un baño muy pequeño, un 75x75 cm o un 80x80 te permitirá ducharte con comodidad. Pero si buscas un mayor confort, una experiencia de ducha más agradable y dispones de espacio para ello, elige un 90x90 o un 100x100. Si buscas un plato de ducha rectangular, elegir el tamaño adecuado te resultará más sencillo para un uso seguro y funcional a partir de 70x90. Si buscas disfrutar de un baño tipo spa con difusor a ambos lados, un 70x120 cm es adecuado, claro que los hay de tamaño aún más grande como un 200x100, ideales para un espacio de ducha extragrande, la elección ideal para una experiencia de ducha de máximo nivel si dispones de espacio en tu cuarto de baño para ello.