El objetivo es lograr la plena participación del alumnado en los procesos de enseñanza incluyendo también a los estudiantes con discapacidad. Para ello, estableció tres principios esenciales sobre los que diseñar procesos de enseñanza-aprendizaje: acceso al contenido, presentación del contenido y motivación del estudiante.
Bajo esta perspectiva, los proyectos docentes han de estar diseñados y elaborados de forma universal para satisfacer las necesidades del alumnado en general y, por lo tanto, siendo innecesario introducir modificaciones en el currículo, ahorrando una ardua y costosa tarea al profesorado.
Un aspecto importante que debe incluirse que facilitaría la organización y planificación de la tarea por parte del alumnado sería incorporar un calendario que estableciera las fechas de inicio y fin de cada unidad, actividad, evaluación, etc.
Otro aspecto que considerar en la práctica docente sería el uso de diversos materiales y recursos accesibles y motivadores para el alumnado, pudiendo acceder a estos de forma autónoma en función de sus necesidades.
Establecer los criterios de evaluación de cada tarea es un contenido esencial en las actividades o tareas, ya que facilita al alumno posicionarse y saber los objetivos y criterios mínimos exigidos en la tarea, así como ofrecer diversas formas de evaluación y tener una relación constante y fluida con las familias.
Finalmente, se considera que los materiales deben estar elaborados en un formato simple, intuitivo y coherente, siéndoles proporcionados al alumnado con antelación y autonomía, además, estos han de estar elaborados con la finalidad de ayudar y apoyar al docente su tarea a la vez que ayuda y refuerza el aprendizaje del alumno.