Las letras y los símbolos deben ser claros para poder ser leídos a distancia. Deberemos asegurarnos qué dichas señales cumplen con la normativa que actualmente está en vigor. Las señales siempre deberán estar en un lugar visible y estratégico sin tapar los equipos que se señalizan. Como regla general, tendrá que ser encima de los equipos, salidas, salidas de emergencia y si no fuera posible, lo más cerca posible de ellas, de manera que no pueda existir ninguna confusión. Nos debemos asegurar que la superficie de fijación de la señal esté limpia, como son las paredes o el suelo y los elementos de instalación recomendables son la tornillería, la silicona neutra o la cinta adhesiva de doble cara. Las señales contraincendios deberán ir instaladas a una altura aproximada de entre 1,5 y 2,2 m del suelo o a una altura distinta si es más adecuado para su visibilidad. Las señales de salvamento y vías de evacuación, según la UNE 23034 se deberán instalar a una altura entre 2 y 2,5 m del suelo, pero en ningún caso se situarán a menos de 0,30 m del techo. Los balizamientos en escaleras y rampas tendrán que ser visibles siempre en su inicio, recorrido y final y en caso de recorridos de evacuación deberá estar señalizado a baja altura, como consecuencia de la propagación del humo en casos de incendio. Se deberá realizar una comprobación visual del estado de la señal, su correcta ubicación y el buen estado en cuanto a limpieza, legibilidad e iluminación en la oscuridad. También es importante verificar el estado de los elementos de sujeción como pueden ser los anclajes, la tornillería, adhesivos, etc. La vida útil de las señales fotoluminiscentes será las que establezca el fabricante, en el caso de no establecerlo se considera 10 años a partir de la fecha de fabricación. El mantenimiento de los sistemas de señalización se deberá realizar cada 5 años.