Hay diferencias importantes, aunque podemos decir que son perfectamente compatibles.
Puedes decidir instalar sensores de movimiento y también de apertura de puertas o ventanas.
Los sensores de movimiento van a poder detectar cualquier presencia que se encuentre dentro de su campo de visión.
Si una persona entra sin tu permiso en casa, lanzará un aviso al móvil y además podrá activar una alarma.
Los sensores de ventanas y puertas son básicamente un pequeño dispositivo que cuenta con dos piezas.
Una de ellas se pega al marco de la puerta o ventana y la otra en la propia puerta o ventana, a apenas unos milímetros.
Cuando se abre la puerta o ventana, esas dos piezas se separan y es cuando detecta que se ha abierto.
Una ventaja muy importante de los sensores de movimiento es que puede cubrir un gran espacio.
Por ejemplo lo puedes poner en una habitación y detectar movimiento en cualquier rincón.
Otra ventaja es que actúan independientemente de por dónde entre el ladrón.
No importa si accede a través de una puerta o de una ventana, ya que se va a activar en cuanto detecte un movimiento sospechoso en su campo de acción.
La ventaja principal de los sensores para puertas y ventanas es que resulta muy sencillo de colocar y además son económicos.
Basta con ponerlos en las puertas y ventanas que te interesen y puedes poner varios repartidos por la vivienda.
Si un intruso fuerza la puerta y llega a abrirla, se activará y lanzará un mensaje de advertencia.
Otro beneficio es que son muy precisos.
Al estar separados por apenas unos milímetros, detecta cuando alguien entra sin problemas.
Basta con que la ventana o puerta se abra un poco.
El problema es que no detectaría si el intruso entra por otro lugar o incluso si rompe el cristal de la ventana y accede sin llegar a abrirla.