Los códigos EAN y UPC son los códigos de barra habituales, aquellos que podemos ver en los productos comunes que puede encontrar en su casa.
Y ambos son, a efectos prácticos, lo mismo: un sistema de identificación de los productos, para facilitar el inventario y el registro de las operaciones comerciales.
Estos códigos están implementados en todo el mundo, aunque según verán en las diferencias no siempre fue así, y en general ya no hay más diferencias entre ellos que algunas de formato y características específicas.
La primera diferencia es el origen.
Los códigos UPC nacieron en Estados Unidos, y ha sido usados siempre en EE.UU., y Canadá.
Por otro lado, los códigos EAN nacieron en Europa y, al poco de ser empleados únicamente en este continente, su uso se extendió al resto del mundo, excepto EE.UU., y Canadá.
La segunda diferencia es que los códigos UPC tienen 12 dígitos frente a los 13 del código EAN habitual.
Así pues, cuando el código EAN 13 empieza con un 0 este no modifica el resto de dígitos, por lo que el lector láser puede confundir el código por uno UPC sin un 0 al principio.
Se trata de una diferencia y una confusión extraña, que puede complicar su lectura.
Tanto los códigos UPC como los códigos EAN pueden ser utilizados alrededor del mundo, ya que se decretó que todas las tiendas minoristas deberían ser capaces de leer ambos códigos.
Cuando su producto vaya a llegar a cualquier parte del mundo que no sea EE.UU., o Canadá, y duda de qué código usar, el código preferible es el EAN, ya que tradicionalmente es el que ha llegado a esos países.
No es una cuestión de que debería usar el código EAN, sino una cuestión de que en caso de duda, este código será leído incluso por los lectores más antiguos.
En cualquier caso, la respuesta simple a la pregunta es que sí, se puede usar el código UPC en Europa.
Hoy en día la mayoría de tiendas tienen lectores láser capaces de registrar tanto códigos EAN 13 como códigos UPC-A.
El mismo producto en los distintos códigos suele resultar en una distinta representación del mismo en sus barras.
Para saber por qué la regla y la excepción ocurren es necesario saber cómo se codifican estos dígitos.
Un dígito está compuesto por 7 bloques de color blanco o negro, y a cada conjunto completo de dígitos se le denomina paridad.
Así pues, un código de barras minorista tiene un mínimo de 2 paridades, una paridad izquierda, y otra derecha.
En el caso del EAN 13, el primer dígito no está incluido en el símbolo del código, sino que modifica cómo se representan los 12 siguientes.
Cada paridad contiene 6 dígitos, ya que el total del UPC son 12.
Pero el EAN 13 contiente 13 dígitos, y aun así sigue funcionando con dos paridades.
La mejor opción es seguir utilizando código UPC para EE.UU., y Canadá y el EAN para el resto del mundo, ya que es posible que todavía quede alguna tienda con un láser antiguo.
Hoy en día, tanto los códigos UPC como los códigos EAN pueden ser utilizados alrededor del mundo, ya que se decretó que todas las tiendas minoristas deberían ser capaces de leer ambos códigos.
Cuando su producto vaya a llegar a cualquier parte del mundo que no sea EE.UU., o Canadá, y duda de qué código usar, el código preferible es el EAN, ya que tradicionalmente es el que ha llegado a esos países.
Se trata de una diferencia y una confusión extraña, que puede complicar su lectura.
La segunda diferencia es que los códigos UPC tienen 12 dígitos frente a los 13 del código EAN habitual.
En cualquier caso, la respuesta simple a la pregunta es que sí, se puede usar el código UPC en Europa.