Es importante tener en cuenta que la luz es un elemento vital para la salud de nuestros ojos.
La intensidad de la luz debe ser suficiente para nuestras necesidades y la calidad de la luz debe ser adecuada para la tarea que realizamos.
Por ejemplo, para leer o trabajar en un ordenador, es importante elegir una luz brillante y de calidad, mientras que para ver la televisión o relajarse, una luz más tenue y cálida es más adecuada.
Una mala iluminación puede tener efectos negativos a corto y largo plazo en nuestros ojos, incluyendo fatiga ocular, estrés visual, problemas de enfoque, deslumbramiento y reducción de la calidad visual.
El uso prolongado de pantallas, ya sea en ordenadores, móviles o tablets puede afectar la visión de varias maneras.
En primer lugar, puede provocar fatiga visual o síndrome visual informático (SVI), que es un conjunto de síntomas que incluyen cansancio ocular, sequedad, enrojecimiento, dolor de cabeza y visión borrosa.
Para minimizar estos efectos, se recomienda tomar descansos frecuentes mientras se trabaja frente a una pantalla, ajustar el brillo y la distancia de la pantalla y usar gafas o filtros especiales para reducir la luz azul.
Es importante mantener una distancia adecuada entre los ojos y la pantalla, parpadear con frecuencia y hacer ejercicios de relajación ocular.
En resumen, la iluminación adecuada es esencial para proteger salud ocular y prevenir la fatiga visual y otros problemas de visión.