La mayoría de psicólogos infantiles coinciden en que la edad idónea para que los niños empiecen a tener habitación propia es a los 3 años ya que es cuando los niños son capaces de tomar decisiones propias sobre su espacio e independencia. Con ello, aprenderán a ser más independientes, mejorarán su autoestima, les ayudaremos a tener seguridad en sí mismos, aprenderán a dormirse solo ya reconocer su espacio-refugio en el hogar. Cama segura Para que el pequeño no se caiga, sea a la vez independiente pero también se sienta totalmente seguro en su cama, es importante añadir a la cama complementos como barandillas. La altura de la cama también es importante, por lo que podemos optar por una cama no muy alta como una cama-nido o, si vamos a elegir un compacto, deberá incorporar escaleras que le permitan cierta autonomía. Mobiliario acorde a su edad Si el objetivo es que nuestros hijos desarrollen su autonomía, lo ideal es incorporar muebles a los que puedan acceder fácilmente. Las cajoneras en forma escalera es una opción estupenda para guardar sus juguetes. El espacio para jugar es indispensable Si no puedes disponer de una habitación para el juego, el dormitorio de tu hijo, dentro de lo posible, deberá permitir que el niño pueda jugar en él. Una buena idea es incorporar una mesa con sillas en las que pueda pintar, aprender a leer, jugar con plastilina o a un juego de mesa… En MOB, realizamos todo el mobiliario infantil totalmente a medida y personalizado según las necesidades del cliente. Si quieres que te ayudemos a diseñar su primer dormitorio, ponte en contacto con nosotros.