Las puertas que más solemos ver en los almacenes industriales son las puertas seccionales y enrollables, aunque no son las únicas puertas industriales que hay en el mercado.
Una de las diferencias clave es la forma de apertura que tienen ambas puertas.
Cabe destacar que, en ambos casos, la apertura es vertical.
Sin embargo, las puertas seccionales quedan colocadas justo debajo del techo, y se van desplazando a medida que se van abriendo.
En cambio, las puertas enrollables no se sitúan debajo del techo, sino que se van enrollando sobre sí mismas y quedan almacenadas detrás del dintel, en el espacio que se ha instalado para ello.
Las puertas enrollables suelen abrirse a una velocidad más rápida que las seccionales, porque el movimiento de enrollarse sobre sí mismas es más rápido.
No obstante, tampoco podemos decir que la diferencia sea de mucho tiempo, sino que las puertas enrollables son algo más fáciles de manejar en una nave en la que se abren y se cierran continuamente.
Ya tienes más información sobre cuáles son las diferencias más significativas entre las puertas seccionales y enrollables desde el punto de vista industrial.
Para elegir la que más se ajuste a tus necesidades, es fundamental que analices bien cuáles son los aspectos más prioritarios según el espacio en cuestión.
Si, por ejemplo, se trata de una nave farmacéutica, es probable que las condiciones de aislamiento térmico sea uno de los aspectos más relevantes.
En cambio, si es para un almacén de transportes, puede que resulte más útil optar por una puerta que sea más fácil de abrir y cerrar con mucha frecuencia.
En cualquier caso, lo más importante es que sepas que, sean cuales sean tus requisitos, hay una puerta industrial perfecta para ti.
Y, si no tienes claro cuál es, nuestro equipo de profesionales especializados te asesorará para ayudarte a encontrarla.
Como dicen, la experiencia es un grado, y nosotros contamos con más de 40 años.