Esa ruta puede empezar en la cocina, que es el ejemplo perfecto de cuán diferentes pueden ser las aplicaciones de la nanotecnología en el interior de un hogar.
Sin ir más lejos, el santuario de los alimentos cuenta con pnanomateriales.
El filtro que suele estar unido a muchos grifos de cocina para eliminar los microbios y todos aquellos componentes que pueden darle mal sabor al agua cuenta con la ayuda de moléculas microscópicas.
Cuberterías, latas de conservas y ambientadores son solo algunos de los utensilios y productos que incorporan plata en un tamaño ínfimo.
Además, nanopartículas de otros compuestos como el dióxido de silicio se encuentran generalmente en elementos estructurales de las cocinas como suelos y encimeras para hacer estas superficies más resistentes al calor y, sobre todo, más fáciles de limpiar.
El jabón que se utiliza habitualmente para fregar los platos es otro ejemplo de uso de la nanotecnología en el hogar.
En contacto con el agua, las moléculas de jabón forman diminutas estructuras denominadas micelas, cuyo objetivo no es otro que convertir en soluble la grasa que aparece en ollas, sartenes y otros utensilios de cocina.
El envase del detergente para la lavadora: habitualmente, el 30% de este producto está formado por zeolitas.
Las zeolitas no son sino un material generalmente hecho a base de óxido de silicio y óxido de aluminio cuya estructura microscópica y nanoporosa sirve para absorber algunos compuestos malolientes de nuestra ropa y, además, disminuir la dureza del agua.
La estancia de nuestro hogar donde más nanotecnología podemos encontrar es el cuarto de baño.
No en vano, la mayoría de productos cosméticos cuentan con componentes microscópicos de los que se sirven los fabricantes para poner a la venta cremas y maquillaje con nuevas propiedades.
Los óxido de zinc y el dióxido de titanio se utilizan como protector solar, el propóleo como elemento antibacteriano, el hidróxido de aluminio se usa para recubrir el dióxido de titanio y que este no sea peligroso para la salud…
Además, la ropa que muchas veces dejamos en el baño para lavarla más adelante también puede ser una muestra de nanotecnología.
Si las nanopartículas de plata se utilizaban como antibacteriano en ambientadores y cubiertos, es posible que también haya algo de este material en algunas prendas.
Básicamente, para que tu ropa no huela (tan) mal una vez usada.