El área sensorial persigue el desarrollo cognitivo de los sentidos y su posterior perfeccionamiento.
Los materiales del método Montessori, ayudan al niño a adquirir el concepto de clasificación y de reconocimiento de similitudes.
También, adquieren la capacidad de diferenciación de objetos similares y fomenta la observación, entre otros.
Los niños y niñas adquieren conciencia del ambiente aislando los sentidos, la dificultad y la cualidad, estimulan la repetición y adquieren la posesión de auto control.
El objetivo es desarrollar y aumentar el sentido del olfato, el gusto, el tacto, la vista y el oído.
Como hemos comentado, se trabaja el desarrollo de todos los sentidos y son: Tacto: se produce la discriminación de diferentes texturas, temperaturas …Vista: discriminación de formas, tamaños y colores.
Gusto: diferenciación de sabores.
Olfato: discrimina olores.
Oído: se consigue diferenciar entre diferentes sonidos.
María Montessori incluyó un nuevo sentido, estereognóstico, que consiste en trabajar el tacto sin utilizar la visión.
Los materiales sensoriales también introducen al niño y a la niña en conceptos lógico-matemáticos.
Porque desarrollan habilidades organizativas.
Gracias al perfeccionamiento de los sentidos, se desarrolla la inteligencia comparando los materiales, reconociéndolos, identificando matices, colores, sonidos, cantidades, etc.