Uno de los elementos más fáciles de conseguir y que pueden ayudar en esta misión de “protección” son las plantas. Colocadas en la entrada son aliadas de la protección del hogar. Algunas de las más utilizadas son la hierbabuena, la menta de jardín, el helecho y el cactus. Sin embargo, una suculenta destaca entre las más aconsejables.
El aloe vera, aseguran los especialistas en Feng Shui, absorbe las energías negativas e impide que estas ingresen a la casa.
Los espejos, ubicados en el recibidor o en la entrada, ayudan a activar la energía conocida como Chi. Con ellos sucede algo parecido a las plantas, porque ahuyentan y protegen al hogar de las malas energías.
Los amuletos son muy utilizados para protegerse de las malas energías. Tanto que mucha gente lleva monedas doradas chinas en los bolsillos para atraer la fortuna. En el caso del hogar, estas pueden colocarse debajo del felpudo, ubicado en la puerta de entrada.
El elefante es uno de los animales asociados con la buena suerte en la tradición china. Hecho amuleto, debe estar cerca de la entrada con la trompa apuntando hacia el interior, porque, de lo contrario, la buena suerte podría abandonar el hogar en lugar de ingresar.
Otro elemento eficaz para proteger el hogar de las malas “vibras” es el llamador de ángeles, que emitirá un sonido al abrirse o cerrarse la puerta de entrada.
Un recipiente con un puñado de rocas o cristales, colocados cerca de la puerta, resultará eficaz como protección.
También serán de utilidad las campanitas de metal, que dispersan la energía negativa y atraen la energía positiva. Pueden colocarse en las puertas o en las ventanas.
Un recipiente con un puñado de rocas o cristales, colocados cerca de la puerta, resultará eficaz como protección, además de ayudar a conseguir la estabilidad en la casa.