Los 4 principios definen la base de la accesibilidad web: debe ser perceptible, operable, comprensible y robusta. 
Las 13 pautas establecen los objetivos básicos a conseguir para que el contenido sea más accesible para usuarios con diferentes discapacidades. 
Las pautas en sí no son verificables, pero ayudan a los autores a entender los criterios de conformidad e implementar mejor las técnicas que permiten hacer contenidos más accesibles. 
Cada pauta tiene un conjunto de criterios de conformidad que son verificables, de manera que se puede determinar si ese criterio se cumple o no. 
Para atender a las necesidades de todos los usuarios, a cada criterio se le asocia un nivel, que define el grado de exigencia del criterio. 
Los niveles son A, AA, AAA. 
Un sitio web de una institución pública será accesible cuando este se ajuste a los niveles de conformidad establecidos por la ley. 
La información disponible en las páginas de Internet de las administraciones públicas debe ser accesible a las personas mayores y personas con discapacidad, con un nivel mínimo de accesibilidad que cumpla las prioridades 1 y 2 de la norma UNE 139803: 2004. 
Esta norma se refiere a la primera versión de las WCAG, la 1.0, y por ello habla de prioridades, concepto que no se maneja en la actualidad pero que equivale a los niveles de conformidad. 
Actualmente, la normativa vigente es la recogida en el R. D. 1112/2018, de 7 de septiembre, que se ajusta a una norma europea, la EN 301 549 V2.1.2, en la que se establece que los sitios web de las entidades públicas deben cumplir los requisitos de accesibilidad de nivel AA de esta norma, que equivale a cumplir el mismo nivel de las WCAG 2.1 explicado en el apartado anterior.