El bambú es otro material de moda, muy ecológico porque crece muy rápido.
Es resistente, flexible y adecuado para múltiples usos en construcción, desde estructuras hasta acabados.
Además, mejora la calidad del suelo donde se cultiva.
El corcho funciona muy bien como aislante, y sus propiedades lo hacen ideal para revestimientos tanto interiores como exteriores.
Además, es resistente al agua, al fuego y tiene una estética natural que gusta a muchos.
El acero reciclado aprovecha restos de construcciones anteriores para reducir la demanda de nueva producción, que es muy contaminante.
Este material es igual de resistente que el acero nuevo, pero obviamente con una huella de carbono mucho menor.
Es perfecto sobre todo para construcción estructural y refuerzos.
La celulosa es un aislante fabricado a partir de papel reciclado.
Además de ser una solución económica, tiene muchas propiedades térmicas y acústicas.
Los tratamientos con sales de bórax, además, le confieren características ignífugas y antifúngicas, ampliando así su uso en construcción.