La accesibilidad es un derecho y no una opción.
Aunque algunos lo crean, la accesibilidad a los edificios no es ninguna opción, sino que hay detrás una obligación legal para que todas aquellas personas que tengan capacidades limitadas de forma temporal o permanente se vean beneficiadas y puedan acceder sin problemas.
Un arquitecto o diseñador de interiores debe de comprender que a la hora de cometer una reforma o de ejecutar una obra, el resultado final debe de ser fácil de utilizar y adecuado para todas las personas independientemente de sus capacidades y habilidades.
Para que un diseño sea universal y cumpla el principio de igualdad de uso, debe de ser flexible y adecuarse a un amplio rango de preferencias y habilidades individuales.
El diseño debe de ser fácil de comprender sin importar la experiencia o los conocimientos previos del usuario, en este caso inquilino; o sus habilidades y nivel de concentración.
Cuando se realiza un diseño con información compleja y demasiado técnica, ésta pasa a ser incomprensible para el inquilino.
El diseño debe de minimizar las acciones accidentales o fortuitas que puedan tener consecuencias fatales o no deseadas.
Los tamaños y espacios deben de ser apropiados para alcanzar, manipular y usar por parte del inquilino, sin importar su tamaño, posición y movilidad.
Tienes una puerta demasiado estrecha por la que no cabe una silla de ruedas; es importante ensancharla, sobre todo aquellas que pertenezcan a las zonas comunes por las que hay que pasar sí o sí para acceder al interior de la vivienda.
El suelo puede terminar rompiéndose, provocando difíciles ‘arrugas’ que son un verdadero obstáculo para personas con movilidad reducida.
Renovación completa de la superficie para que esta vuelva a ser completamente suave.
Se debería de añadir en zonas comunes como piscinas o jardines un baño adaptado con todas las comodidades.
Los botones de ascensores o puertas de entrada y salida deben incorporar una traducción al lenguaje de signos para que personas con problemas de visión comprendan a la perfección qué están haciendo.
La iluminación no puede ser turbia o apagada; todo lo contrario, debe de ser cálida, intensa y perfecta para visualizar todas las zonas.
Información auditiva complementaria en espacios como ascensores para conocer la planta a la que se dirige el usuario.
Instalación de ascensores de distintas modalidades.
Rampas de acceso.
Colocación de plataformas en zonas con escaleras imposibles de salvar para personas con problemas de movilidad.
Teclas y números con un tamaño lo suficientemente grande como para ser visible por todas las personas.
En Grupo Ureka, somos expertos en disponer todos los medios y recursos, técnicos, de servicio y financieros, para solucionar cualquier problema de accesibilidad de tu edificio.
Te asesoramos, acompañamos y ejecutamos en todo el proceso.