El plástico es un material muy versátil que se utiliza muy habitualmente en la fabricación de juguetes y objetos para bebés como chupetes, mordedores, biberones, vasitos…
Sin embargo, algunos tipos de plástico pueden ser tóxicos y tener efectos negativos en la salud, especialmente en los bebés y niños pequeños, que son más vulnerables a los químicos y tienen un sistema inmunológico y un sistema nervioso en desarrollo.
Los plásticos pueden liberar químicos tóxicos durante su producción, uso y desecho, como el bisfenol A (BPA) y el ftalato.
Estos dos ingredientes son de especial preocupación, ya que las investigaciones muestran cada vez más que estas sustancias químicas imitan o suprimen las hormonas (por ejemplo, el estrógeno y la testosterona) y alteran el desarrollo y el crecimiento normal, también han sido asociados con problemas de salud como el cáncer, trastornos reproductivos y problemas de desarrollo neurológico.
El bisfenol A (BPA) se usa para fabricar plástico de policarbonato (plástico transparente y duro).
Se puede encontrar en biberones, botellas de agua, vasitos para bebé, tazas y vasos comunes o revestimientos de alimentos enlatados.
Para reducir el riesgo de exposición a químicos tóxicos es importante buscar productos sin BPA y ftalatos y elegir productos de materiales mas seguros, como el vidrio, el acero inoxidable o la silicona, elegir juguetes hechos con materiales alternativos, como madera, tela, papel o productos reciclados.