Aunque el Japandi y el Wabi-sabi comparten el amor por la simplicidad y la conexión con la naturaleza, el wabi-sabi se enfoca en la imperfección y la belleza de lo antiguo, mientras que el Japandi busca un equilibrio entre lo funcional y lo estético.
El Japandi incorpora elementos modernos y ergonómicos en su diseño, como sillas cómodas y mesas que combinan madera y piedra, mientras que el wabi-sabi prioriza los materiales naturales con acabados imperfectos.
Otra diferencia significativa radica en el uso de colores.
El Japandi se caracteriza por una paleta de colores neutros y claros, como el blanco, beige, gris y madera clara, con toques de contraste como el negro o verde oliva.
El wabi-sabi, por su parte, tiende a usar tonos más terrosos y apagados, que evocan la naturaleza y el paso del tiempo, como el marrón, el gris piedra o el verde musgo, entre otros.
El Wabi-sabi es una filosofía japonesa que aprecia especialmente lo imperfecto.
Llevado a la decoración se podría traducir en un estilo que abraza lo rústico, las formas y texturas envejecidas y las piezas desgastadas por el tiempo.
En un hogar con estilo wabi-sabi, tienen prioridad los objetos artesanales y naturales como la madera rugosa o la cerámica hecha a mano, que se imponen ante superficies lisas y pulidas.
Un ejemplo de ello es la elección de muebles como, por ejemplo, mesas de madera con vetas visibles, jarrones irregulares de cerámica o textiles de lino envejecido.
Todo en el wabi-sabi tiene un propósito: recordarnos que la imperfección es una parte esencial de la vida y que la belleza reside en lo natural y lo simple.
El Japandi, por otro lado, combina la serenidad y simplicidad japonesa con el estilo acogedor y funcional escandinavo.
Esta mezcla concentra lo mejor de ambos mundos: la calidez del diseño nórdico, con sus tonos claros y suaves, y la sobriedad y elegancia del estilo japonés.
Stéphanie Agostino, CEO de la marca AGOKO, lo describe como “una forma de crear espacios tranquilos, donde cada objeto tiene un propósito y los contrastes de color son sutiles, no bruscos”.
El mobiliario en un ambiente Japandi es minimalista, pero de alta calidad, con líneas limpias y una funcionalidad que se mantiene siempre presente.
Se priorizan los muebles bajos, como camas de madera clara, estanterías flotantes o mesas de centro con diseños simples, que permiten mantener los espacios organizados y despejados.