Para evitar que se produzca el “efecto túnel” en las cámaras frigoríficas, es aconsejable instalar cortinas de aire o dispositivos de sellado en las puertas de la cámara.
De esta forma se evitará que el aire caliente del exterior se introduzca dentro.
También es importante evitar la apertura de las puertas durante mucho tiempo, así como la frecuencia con las que se abren y cierran.
La puerta debe estar bien sellada
La falta de sellado permite que el aire caliente entre en el habitáculo lo que provoca la condensación en las paredes de la cámara.
Utiliza sistemas de ventilación adecuados
La falta de ventilación adecuada puede causar una acumulación de humedad en la cámara.
Para evitarlo, es importante comprobar que la cámara frigorífica cuenta con los componentes necesarios para que la circulación del aire en su interior sea la necesaria.
De esta forma se reduce el exceso de humedad y, por lo tanto, la aparición del moho.
El calentador de puerta Es otro de los elementos que resultan muy útiles para evitar la formación de condensación en las puertas frigoríficas.
Esto es gracias a que mantiene la temperatura de la puerta por encima de la del punto de rocío.
Estos calentadores se instalan en la parte superior, activándose de forma automática cuando se detecta un exceso de humedad.
Si tu cámara no lo tiene, sería interesante instalar uno.
Control de temperatura y humedad
La mayoría de cámaras frigoríficas llevan instalado un sistema de monitoreo para controlar adecuadamente las condiciones de temperatura y humedad.
Éste nos sirve para comprobar que se encuentra entre los rangos adecuados, de esta forma se evitará la condensación, el exceso de humedad y la creación de placas de hielo.
Materiales adecuados para el revestimiento
Si a pesar de todo lo mencionado anteriormente, la cámara sigue teniendo problemas de condensación, quizás sería necesario plantearse cambiar los materiales de revestimiento que la componen.
Podría ser que hayan perdido eficacia con el paso del tiempo o hayan quedado obsoletas.
Los más efectivos son los paneles “sándwich” que, con el aislamiento adecuado, ayudan a reducir la cantidad de condensación, al mismo tiempo que mejoran el aislamiento térmico en general.