Las personas no videntes cuentan ahora con una ayuda invalorable para orientarse en pleno corazón de la ciudad: en todos los cruces de la avenida Corrientes, desde Reconquista hasta Carlos Pellegrini, el gobierno porteño instaló barandas de metal con plaquetas inscriptas en Braille que indican el nombre y la altura de la calle.
Se trata ni más ni menos que de las barras colocadas, un par de meses atrás, en la intersección con las transversales para guiar a los vecinos o visitantes ciegos en su andar por la caótica ciudad y reproducen las leyendas escritas en los carteles de señalización vial tradicionales.
Los barrales de apoyo para no videntes fueron dispuestos sobre las rampas para sillas de ruedas: constan de dos caños verticales de hierro pintado, unidos por otro de acero inoxidable en el que aparece adherida la plaqueta en Braille.
Para lograrlo, la Dirección General de Proyectos y Gestión Urbana del Gobierno de la Ciudad -que depende de Planeamiento- pidió la colaboración de la Editora Nacional Braille y Libro Parlante.
La chapa estañada que empleamos habitualmente en las matrices para libros no servía en este caso porque se oxida al estar en contacto permanente con el aire.
Las plaquetas fueron elaboradas en aluminio, de pocos milímetros de espesor y lo suficientemente flexible.
La Secretaría de Planeamiento Urbano porteña, dirigida por Enrique García Espil, correspondió la iniciativa.
Para facilitar la integración de los discapacitados a la vida comunitaria, buscamos darles más seguridad en la vía pública.
Empezamos por la cartelería de lectura Braille sobre esta avenida.
La arquitecta consideró luego que si quienes tienen sus sentidos en pleno funcionamiento están desprotegidos, imagínese el peligro que significan las arterias de enorme tránsito para los no videntes.
Con estas barandas tienen cierta referencia, saben dónde están y cuánto les falta para llegar a destino.
Rosano destacó que -además de elegir el material adecuado para imprimir las plaquetas- debió cuidarse de que no tuvieran asperezas ni salientes.
Las manos son los instrumentos de lectura, así que había que impedir posibles heridas.
Por eso se confeccionaron con bordes redondeados y, en vez de atornillarlas, se pegaron a las barras.
-Planeamiento Urbano tiene la clara intención de adoptar la cartelería en Braille para todas las avenidas.
Incluirá esta condición en los proyectos futuros.
Por el momento, pretenden difundir la presencia de estas señales especiales sobre Corrientes para que los no videntes se acerquen y vivan la experiencia de transitar la ciudad con mayores referentes.