ISO 9000 es, en cierto modo, teórica, pues establece los principios básicos y el vocabulario que rodea a la correcta implantación de un sistema de gestión de calidad.
Probablemente estamos ante la norma ISO más importante y extendida.
Básicamente, establece los requisitos que deben cumplir las empresas para establecer un sistema de calidad válido y homologable por la Organización Internacional de Normalización.
Es decir, certificable.
Lo que consiguen las empresas que implantan la norma ISO 901:2015 es una mejora sustancial en su proceso productivo, posicionándose en el mercado como una empresa comprometida con la calidad, lo que se traduce en una clara ventaja competitiva.
Entre otras cosas: Mejora la imagen de su empresa ante su cliente.
Elimina costes de errores, defectos, etc.
Aumenta la implicación del personal en el resultado del negocio.
Incrementa la confianza en los productos o servicios proporcionados y en la capacidad de la organización para satisfacer las expectativas de las partes interesadas.
ISO 9004 busca asegurar el éxito sostenible de una actividad, con independencia de las características de la organización o los cambios en el sector.
Es una norma que no necesita certificación externa.
Lo que pretende es determinar un conjunto de herramientas de autocontrol para garantizar que se cumple unos estándares de control que aseguren el éxito, más allá de posibles amenazas.