El papel de las puertas japonesas se llama papel de arroz o papel de Shoji, que se estira y se pega cuidadosamente sobre los marcos de madera.
Estos paneles se rellenan con papel de arroz o papel de Shoji.
Las paredes Shoji se caracterizan por su sencillez y su capacidad para filtrar la luz de una manera suave y elegante.
Están hechas de una estructura de madera ligera, como el ciprés o el cedro, que se divide en paneles rectangulares.
Ya sea como divisores de espacios, puertas correderas o paneles de ventanas, las paredes Shoji son perfectas para crear espacios serenos en los que la tradición se mezcla con lo contemporáneo.
Estas estructuras de madera y papel tienen siglos de antigüedad y han llegado hasta nuestros viajando desde la cultura japonesa hasta este lado del planeta ofreciendo una solución elegante para dividir espacios.
Las paredes Shoji cumplen una función decorativa, y podemos encontrarlas con diseños sutiles o patrones geométricos para añadir interés visual y textura a los espacios.
En la actualidad, las paredes Shoji se han convertido en una tendencia en el mundo del interiorismo.
Su aspecto minimalista y su capacidad para crear una iluminación suave y difusa las hacen ideales para aquellos que buscan un ambiente tranquilo y relajante.
Sus usos son tan variados como la imaginación lo permita.
En primer lugar, se pueden utilizar como divisores de espacios, permitiendo criar zonas separadas en una habitación sin bloquear por completo la luz o la vista.
Además, se pueden utilizar como puertas correderas, proporcionando una alternativa estilizada y elegante a las puertas convencionales.
Otra aplicación popular de las paredes Shoji es su uso como paneles de ventanas.
Al utilizarlos en lugar de cortinas o persianas convencionales, se logra un efecto de filtro de luz suave y sereno, creando una atmósfera relajante y acogedora en la habitación.
En todos los casos, las paredes Shoji cumplen una función decorativa.